Feria patrocinada por el Ayuntamiento de Madrid.
El arte es una de las pocas expresiones –en esta sociedad tecnológica y eminentemente racionalista- que mantienen un vínculo directo con lo incognoscible y lo mágico. Una ventana que trasciende de nuestra realidad para crear nuevos espacios, verdades y, en consecuencia, nuevas formas de mirar.
En las piezas de Isabel Gutiérrez el tiempo permanece, se suspende, se atempera. La alegría del color y el movimiento acompañan al detalle botánico, la pincelada acaricia la superficie, desaparece y retorna en otro tono, en un nuevo matiz, modela el entorno y se pierde, para volver transformada en un nuevo sonido, olor o luz. Nos invita a participar de un ejercicio didáctico que no persigue otra cosa que darle sentido a la realidad.
Lola Santos indaga en su interior y lo vuelca en cada una de sus piezas, a través de la técnica del modelado entra en contacto directo con la materia, dando forma y dejando su huella en cada una de las obras. Finalmente, una ligera delicadeza lo envuelve todo, característica que se acentúa mediante una extrema sencillez formal que es capaz capturar la belleza de un gesto o de un sentimiento.
Mariana Álvarez Enrique, debe mostrarnos el mundo tal y como es, sin huir de esas verdades que le rodean. Con la fotografía como base, sus piezas se convierten en síntesis estética, conjugando muy bien los binomios realismo-abstracción, belleza-crudeza y deleite-compromiso. Capas de collage, fondos abstractos y juegos de texturas, con provocativas manchas, derrames y planos de color, todo encuadrado con ligeras placas de metacrilato.
José Antonio Montecino, despliega en sus lienzos mecanismos sugestivos que desde un primer momento interpelan a los sentidos del observador, quien rápidamente cuestiona su dimensionalidad o materialidad. Sus piezas se presentan como un encantador trompe-l'oeil en el que se extienden entramados de formas geométricas y planos superpuestos que, a modo de celosías, custodian un fondo velado, ensombrecido, un espacio en el que algo palpita o quizás se insinúa.
El trabajo de Susana Jiménez se encuentra en el delicado y sugestivo término entre el sueño y la memoria. Mediante la combinación de técnicas expresivas como la pintura, el collage y la fotografía, su mirada capta realidades olvidadas, detalles descartados, naturalezas que para muchos son obvias, cargándolas de una nueva significación y revelándonos sus historias.
Miguel Platero muestra su ‘nueva figuración’ en Estampa
En Madrid conviven dos grandes ferias de arte de reconocimiento internacional, una es
ARCOmadrid y la otra es Estampa (del 19 al 22 de octubre, Recintos Feriales de
IFEMA, Madrid). Cada una ha conseguido sus propias señas de identidad: ARCO está
más orientada al mercado internacional y Estampa se dirige al coleccionista español y
en los últimos años también a aquellos expatriados que han elegido vivir en España. En
este ambiente, sin duda, interesante, y enriquecedor, para cualquier artista, Miguel
Platero (Madrid, 1973) expondrá en la Galería Montsequi algunas de sus pinturas más
recientes junto con otras que abarcan periodos anteriores de la producción del artista.
Trabajos sobre tabla, muchos de ellos de gran tamaño, se intercalan con obras más
intimistas como sus retratos. La pintura de Platero es una bisectriz que lleva desde la
nueva figuración a ámbitos más cercanos al expresionismo europeo y sus vanguardias
clásicas.
Artista visual madrileña.
Profesora de Arte y Comunicación Visual.
Estudios de Arte en la Art Student League de Nueva York.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid.
Autora de libros de texto de Educación Plástica y Visual.
Guionista de vídeos sobre Artes Visuales.
Trabaja en la creación plástica desde 1983, desarrollando su obra artística en sus estudios de Madrid y León y participando en numerosas exposiciones y Ferias de Arte en España y diferentes países de Europa.
Ha participado en diversas Ferias de Arte en España, Portugal y Francia: Estampa, Art Madrid, Just Madrid, Just Lisboa, Montpellier, Lille.
La inquietud de crear, indagar en el interior de uno mismo, intentar plasmar los
sentimientos, la emoción de sentir entre las manos la materia y descubrir sus volúmenes,
culminan con la satisfacción de la obra terminada.
Estos principios me han llevado, a lo largo de más de treinta y cinco años de andadura
artística, a la realización de esculturas, tanto figurativas como abstractas, murales de
gran formato para portales o casas de campo, y piezas escultóricas para jardines.
En la realización de estas obras he utilizado, principalmente, la arcilla y el barro
refractario como la materia prima básica para el modelado de las obras, utilizando
diversas técnicas para su acabado, como el bronce a la cera perdida o la cocción en
hornos de alta temperatura para obtener terracotas vidriadas, esmaltadas, con engobes,
porcelana o patinadas.
“Un mundo real y próximo”
En esta Exposición presentaremos un proyecto que aborda las capacidades del arte para transmitir, cautivar y cuestionar, ahondando en diferentes valores y fórmulas estéticas propias de nuestra cultura visual. Mariana Álvarez, entiende el arte de esta manera, como una herramienta social activa que puede precipitar el cambio. El arte debe mostrarnos el mundo tal y como es, y el artista no debe huir de esas verdades que le rodean. Por lo tanto, sus piezas abordan duras escenas del día a día de personas que sobreviven a la escasez y la miseria. Escenas que quizás imaginamos lejanas y por lo tanto desdeñables, pero que en muchos casos están más cerca de lo que creemos.
Un intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado. Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple. C. Bukowski Es tarea del artista el mirar, el convertirse en testigo de un gesto, traductor de enigmas, divulgador de secretos y en un creativo seductor. Un corresponsal que transmite a través de volumen, color, sonido, letra o infinidad de técnicas y artes expresivas, todo lo que ocurre en su terreno físico y subjetivo. Astuto y contemplativo, va tras una verdad con el deseo de revelarla como ningún otro o de recrearla para hacerla más atractiva. El arte es verdad y conserva su carácter disruptivo y desestabilizador. Una verdad siempre es germen del cambio.
Mariana Álvarez Enrique, entiende el arte como una herramienta social activa que puede precipitar el cambio. Debe mostrarnos el mundo tal y como es, sin huir de esas verdades que le rodean. Con la fotografía como base, sus piezas se convierten en síntesis estética, conjugando muy bien los binomios realismo-abstracción, belleza-crudeza y deleite-compromiso. Capas de collage, fondos abstractos y juegos de texturas, con provocativas manchas, derrames y planos de color, todo encuadrado mediante la incorporación de ligeras placas de metacrilato.
El punto de vista desde donde observamos se convierte la mayoría de las veces en la circunstancia más importante a la hora de construir nuestra realidad. El cómo y el qué observamos es una de las herramientas más valiosas de las que dispone el artista para posicionarse ante su entorno y la sociedad.
Aunque dedicado profesionalmente a la docencia, desde hace años divide su tiempo
libre entre dos actividades, aparentemente distantes, como son la literatura y la
pintura. En las dos últimas décadas se ha centrado fundamentalmente en la faceta
pictórica, pero en el campo de la literatura ha obtenido numerosos reconocimientos,
entre los que destacan el Premio “Vicente Aleixandre“ de Poesía (Madrid 2003), el
premio Nacional de Poesía Conrado Blanco León (2011), el Premio Nacional de
Poesía Infantil “Charo González” (2014) o el Premio Nacional de Poesía “Fray Luis de
León” (2021). Además, su obra ha sido incluida en distintas antologías poéticas y
libros de relatos.
En el ámbito de las artes plásticas ha obtenido diversos premios y, desde 1994, ha
participado en más de ciento setenta exposiciones.
Ayer y pasado mañana: la pintura de hoy de Miguel Platero
Pocas veces se ha podido contemplar en Madrid la obra del arquitecto y pintor Miguel Platero
(Madrid, 1973). En una época en la que parece casi imposible transformar las noticias en
poemas, esto, por sí solo, supone un acontecimiento. El visitante debe dedicarle tiempo. Es una
sucesión de constelaciones. Emplea, sobre todo, maderas recicladas impregnadas en vinílico. Lo
habitual sería el óleo. Aunque a veces las remata con carboncillo. Sus paisajes son los retratos
donde vive, diríase, la soledad. Un sentimiento verde nunca árido. Como si floreciera la Comala
del escritor mexicano Juan Rulfo. Resulta sencillo trazar —al igual que esos puntos de polvo de
carbón que usaban los maestros del Renacimiento en los cartones para trasladar imágenes a la
pared— dónde mira cuando mira Miguel Platero. Edward Hopper, Peter Doig, Frank Auerbach
o la pintura llevada al extremo de Ida Applebroog.
Esas son las primeras palabras para comprender a Platero. Otras. Su licenciatura en 1999 en la
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, su paso por la Facultad de Bellas Artes de
la capital española o el trabajo en algunos de los estudios más prestigiosos de arquitectura de
España. En 2007 se traslada a Varsovia (Polonia) y abre oficina. La memoria es igual que mover
baúles secretos del alma. Y Platero es un artista que viaja constantemente por Europa y Oriente
Medio. Sus paisajes y sus ciudades tienen un sentido crítico. Platero siente que a veces todo es
un tiempo prestado. La minoría selecta de algunas naciones viviendo con la indiferencia de los
grandes duques y la despreocupación de una corista.
Una sensación de amenaza
Por eso exige tiempo. Al igual que una frase: si se escoge la primera que cruza por delante se
yerra seguro. Pide reflexión. En campo de Monet (2016) la alusión aparece evidente. Sin
embargo, la pintura fluye siguiendo su propio camino. ¿Un azar controlado? Esa es su
propuesta. O En los cielos ocres (2014), con esos tejados de un rojo hopperiano. Desde luego,
esa sensación de amenaza, forma una constante en su trabajo. Algo imprevisto parece que va a
suceder. En la intimidad del color (2019), la línea del horizonte está inusualmente alta. ¿Por
qué? Es la manera de dejar espacio a esas plantas y retamas que se mueven, abajo, al igual que
un arpa de hierba. Pero si Platero trabaja cómodo en los paisajes, quizá lo esté aún más en los
retratos. Prescinde de lo “bello” y lo “fácil”: por eso, respiran las formas. En su retrato, Sin
título, de 2019, vemos blancos encarnados, traídos de las vanguardias clásicas, pero
adaptándose a la perspectiva del siglo XXI. Sin olvidar su obra más reciente en esta feria. La
serie Retratos. Firmada el año pasado. Un carboncillo sobre papel que ilustra buena parte de las
edades del hombre y la mujer.
Su trabajo ha sido mostrado en la galería madrileña MovART (2018) y en las ferias Art
Marbella (2019), Estampa (2019, 2023) o en el Salón de Primavera de Pintura y Artes Gráficas
de Varsovia (2016), entre otros. Y también se puede encontrar en colecciones nacionales e
internacionales.