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Horacio Fernández Munizaga FRAGMENTOS
El estudio exhaustivo y crítico de la historia del arte nos ha permitido entender que toda obra artística es una amalgama de impresiones subjetivas y construcciones estéticas que reflejan una parte del sentir de la época en la que se concibieron. Ningún artista está exento de estas influencias, por muy vanguardista que se le considere, ya que todos formamos parte activa, aunque sea de manera inconsciente, del imaginario colectivo de nuestra época.
Actualmente nos vemos imbuidos en un constante frenesí, en una sociedad en la que se premia la velocidad y el discurso parvo, sufriendo un bombardeo contínuo de información e imágenes fugaces, fragmentos de un todo que se ve difuso, adulterado. Esta permanente sensación de extrañeza, de desorientación, es síntoma de la fragmentación. Es lógico, ya que para nuestro cerebro resulta erróneo reducir el todo a la parte, una situación que puede conducir a la pérdida de la comprensión de un todo con sus propias cualidades y orden específico.
Esta interacción dialéctica entre el “todo” y la “parte”, se refleja en esta nueva muestra del artista chileno-español Horacio Fernández Munizaga. Una propuesta reflexiva a la par de cautivadora titulada Fragmentos, en la que nos encontramos con su reconocible lenguaje abstracto gestual, enérgico y vital, esfuerzo que resulta crucial a la hora de abordar sus construcciones metafóricas. Piezas en las que el factor dominante es el color, elemento constructivo y espacial, además de germen de una nueva realidad lírica. Finas veladuras acrílicas, fuertes contrastes de tono y empastes cargados de pigmento, todos fundamentos de estos entramados expandidos, que hacen referencia bajo sus títulos a realidades tanto físicas como abstractas.
Tanto la selección de las obras como su disposición en la sala son un claro reclamo al esfuerzo reflexivo que imprime Horacio en esta exposición. Si partimos de sus piezas Reflexión I, II y III, estas sirven de primera referencia, tanto para invitarnos a una contemplación serena, como para activar los mecanismos de nuestro pensamiento crítico. Ambas circunstancias no son ajenas al trabajo de este artista, la utilización de los amplios formatos, sin duda, es una llamada a lo primero, y en lo que se refiere al aspecto crítico, su trabajo se ha desarrollado siendo altavoz de las problemáticas más actuales como hemos tenido la oportunidad de disfrutar con anterioridad en una de sus grandes series: Global Warming.
El ritmo visual que encadena toda la muestra está marcado por los fuertes contrastes entre las dimensiones de las piezas que se exhiben. Formatos enormes, casi exuberantes, de obras como Vida, Amazonas o Mil miradas, sin dejar de reseñar su hermosa complejidad, chocan con piezas de tamaños más estándar como Cosmos, Jungla o Desierto. Todas referencias que engloban magnitudes conceptuales inabarcables para nuestro entendimiento. Asimismo, una serie de pequeñas piezas tituladas Fragmento, se encuentran colocadas en diferentes zonas de la sala, dispersas y aisladas, conectadas visualmente debido a su formato idéntico, que no por su resultado estético, partiendo todas de un mismo origen, una retícula imperfecta que ha ganado espacios en blanco y, por lo tanto, ha perdido información.
Finalmente, este es sin lugar a dudas el quid de la cuestión: en una sociedad que se precipita hacia lo fragmentario, es importante entender que se debe considerar el “todo” en su íntegra complejidad, al igual que como unidad independiente de sus partes; pero a su vez, no podemos perder de vista que el examen de los aspectos y “partes” como tales, también con su propia unicidad, nos permitirá encontrar la naturaleza del “todo”, y viceversa, el estudio del “todo” nos facilitará entender cada una de las propiedades de sus “partes”. Para abordar de manera acertada los grandes problemas a los que nos enfrentamos en las próximas décadas debemos empezar a reflexionar, contemplar y hacer un análisis crítico de toda la información que recibimos, abordar sus partes, sus fragmentos, entender su valor y terminar de componer la retícula que nos permitirá enter y conservar toda la complejidad de la naturaleza que nos rodea. Habitar el tiempo y reflexionar sobre el futuro.
Izaskun Monfort
Comisaria