Emilio Bravo Domínguez
Laura Moret Escrig

del 3 de Diciembre 2020 al 4 de Enero de 2021

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Sentir lo invisible y ser capaz de crearlo, eso es arte.
Hans Hofmann

Bien es cierto que, en apariencia, todo lo que moviliza nuestra imaginación resulta ser grande, mayúsculo, inmensurable e, incluso, extraordinario. Sin embargo, el verdadero reconocimiento de nuestro ser se logra a través del contacto con las pequeñas cosas, el detalle, lo fútil, y por supuesto, lo efímero. Es necesaria una sensibilidad atenta para percibir lo pequeño, lo inaprensible, sintetizarlo y convertirlo en materia, en historia. Esta delicada atención y capacidad creativa la encontramos en el trabajo de Laura Moret Escrig y Emilio Bravo Domínguez.

Amante de las diferentes técnicas artísticas, Laura Moret Escrig, ha encontrado en la escultura el espacio para desarrollar todo su genio expresivo. Sus piezas son fiel reflejo de su mundo interior, permitiéndole mostrarse tal y como es, con sus miedos, frustraciones y pasiones, construyendo historias magnéticas que nos atrapan desde el primer instante. Un trabajo intuitivo que combina la versatilidad técnica – talla, ensamblaje y modelado- con un conocimiento efectivo de los materiales –hierro, alabastro, piedra, resinas, etc.-, dando como resultado composiciones de gran expresividad.

Sus obras desvelan un conocimiento del espacio y el volumen que no hace más que confirmar que nos encontramos ante el trabajo de una artista que ha evolucionado desde el instinto experimental hasta la concreción de un estilo propio. El juego de dualidades en concepto y materia –véase en su bella pieza Sutileza-, la clara intersección entre mensaje y resolución compositiva – en la didáctica Unión- y el hermoso minimalismo estructural de In & Out, nos permiten disfrutar de una muestra atenta y sensible, que convierte lo invisible en belleza, en definitiva: arte.

Observador y concienzudo – características propias de un arquitecto, fotógrafo y aeromodelista-Emilio Bravo Domínguez, nos presenta una serie titulada NY-2020 Ventanas de Manhattan, inspirada en ese fatídico 11 de septiembre de 2001, en el que entre el caos y el terror todos fuimos testigos desde nuestras ventanas o, en su defecto, televisores, de cómo se trastocaba nuestra realidad y el mundo se convertía en un lugar más siniestro y violento. Con su saber mirar particular, Emilio, construye de manera meticulosa un entramado de líneas y colores planos, estructuras que nos pueden recordar a un plano arquitectónico, un vitral o la vista de pájaro de la cuadrícula urbana de la propia isla de Manhattan. Son ventanas para el recuerdo, que contienen cada uno de los cinco colores que conforman el reconocido logo de las Olimpiadas, un guiño a la internacionalidad, la cooperación y el respeto.

Esta serie de veintidós piezas en total, son al mismo tiempo testimonio o crónica inmutable de un hecho, y un metódico proceso estético que empieza en el 2001 con 11 obras y terminan en 2020 con el resto. El tiempo se encapsula en estas simetrías que nos acercan al mundo De Stijl y se numeran como si de un producto industrial se tratara: TN es Torre Norte; TS, Torre Sur; XS, piezas producidas en el 2001; XL, in crescendo, las piezas realizadas en 2020; por último, los números que se relacionan con cada color como el negro (1), rojo (2), amarillo (3), azul (4) y verde (5). Un relato que se aleja del efecto y el dramatismo para anclarse en un estado simbólico, una sinfonía de color y líneas que acompaña la tragedia y apela a la esperanza.

Izaskun Monfort Aurteneche
Comisaria y crítica de arte independiente.

Laura Moret Escrig

Su trabajo es absolutamente un reflejo de su vida: una mezcla de frustración, miedos y emociones internas, que la artista consigue conjugar y exteriorizar en forma de esculturas llenas de expresividad, que expone al público para mostrarse tal como es. Cada obra es un reflejo de ella misma.

Enamorada de todas las disciplinas artísticas, apasionada de la acuarela y la ilustración, se reconoce a si misma sumergida y atrapada en la escultura como medio de expresión, centrándose actualmente en la piedra y el hierro como lenguaje canalizador de sus energías.

Emilio Bravo Domínguez

NY-2020

VENTANAS DE MANHATTAN.

Desde el Año de 2001, y obsesionado por el gran atentado terrorista a las Torres Gemelas, me fue rondando la cabeza como crear de forma continuada en el tiempo una obra que cubriera el hecho atroz de alguna manera sencilla.

Como el de la vida de una generación, nacida en el año 2001, y que pudiera terminar en el año 2020, cómo si fuera Dei colores y que fuera creciendo poco a poco, día a día de forma honda y sencilla como los versos del gran poeta José Hierro.

Así creé un color para cada continente como representan los anillos olímpicos y decidí hacer dos series uno con la Torre Norte en donde permanecían las dos y otra serie de la Torre Sur donde ya solo permanecía una debido al derrumbe de la otra .

Además lo pinte en dos tamaños uno en el 2001 donde la talla de la ropa de esa generación era la XS y otra cuando en el 2020 la talla era ya XL.

La multitud de colores en la serie responde a las infinitas ventanas de todo el mundo que se asomaron aquel día fatal de barbarie y las infinitas líneas verticales representan a las personas que se lanzaban desde lo alto para no ser alcanzadas por las llamas.

Continuamente me he preguntado si tenía sentido la colección, pero poco a poco iba surgiendo de la nada y la iba creando con paciencia sabiendo que tenía todo el tiempo libre que pudiera emplear.

Fui usando una técnica pictórica muy artesanal no quería nada grafico ni industrial, quería que fuera pintura, y por tanto lejos de toda máquina o elemento artificial.

El lenguaje es abstracto, pictórico y lo he realizado con cuidado en materiales de buenísima calidad, usando un papel especial y pintura de acuarela.

Fui enmarcando la colección poco a poco y los llame a cada uno por su nombre siguiendo la siguiente clave TN – Torre norte, TS – Torre sur.

Luego clasifique el tamaño en XS– Tamaño pequeño y XL-Tamaño grande.

Por último los cinco colores. Número 1 el negro, número 2 el rojo , número 3 el amarillo, número 4 el azul , y por último el número 5 el verde.

En total 10 obras XS y otras 10 obras XL, creando 20 obras .

Al final compuse dos cajas con todos los colores cinco obras separadas pero juntas que creaban como las ventanas de colores de todo el planeta, uno lo vestí de azul, el otro de rosa, y lo llamé Ventanas de Manhattan como el título de la obra de Antonio Muñoz Molina.

Las obras iban rasgadas y separadas y montadas en las cajas, de forma que creara ese ambiente de caos y desesperación.

He realizado dos dibujos uno el día 11-9-2001 del perfil de NY y otro el 11-9-2020.

Creo que no tengo nada mas que decir o explicar, es mi palabra sencilla, que quiere hablar hondo, quizá una pena y es que la colección se venda y se distribuya por todos los rincones, perdiendo a su creador como si fueran sus hijos, creo que debe ser así en fin nada más.

20 de Noviembre de 2020.