Inauguración: Martes 2 de Abril a las 20.00h.
Lo que se ha hallado. Lo que vive de la naturaleza viva y de la naturaleza muerta. La consolación de los fenómenos del mundo exterior-interior. Presagio de gozo. Llamar. Hablar de lo recóndito a través de lo recóndito. ¿No es esto el contenido? ¿No es esto el consciente e inconsciente fin del incoercible impulso creativo? Kandinsky
Estamos ante una muestra realmente interesante, ejemplo claro del proyecto que lleva a cabo la galería Montsequi al apostar por el arte en su más amplio espectro. En este caso en particular, tenemos la oportunidad de entrar en contacto con el trabajo de tres artistas: Francisco Navarro, Verónica Alonso de los Ríos y Ssagar; cuya obra pictórica profundiza en lenguajes, técnicas y fórmulas de expresión muy dispares. Una exposición que se convierte en un ejercicio didáctico de percepción para el espectador, en el que descubrirá piezas que van desde una estética hiperrealista, pasando por paisajes con un fresco estilo naif de fuerte componente lírico y concluyendo en la abstracción matérica. Todas propuestas que buscan dialogar con el espectador sobre lo intangible, lo escurridizo, así como indicó Kandinsky: "El hombre habla al hombre de lo sobrehumano, el lenguaje del arte".
En la obra de Francisco Navarro lo intranscendente revierte en sustancial. Mediante una técnica cuidada el artista retrata encantadores rincones de puertos marítimos llenos de luz, color y centelleantes reflejos. Las pintorescas barcas de pesca se convierten en protagonistas de composiciones solitarias, signos del trajín del día a día, de la rutinaria búsqueda del sustento, así como de conceptos más idílicos como el viaje, el escape o el descubrimiento de nuevas fronteras. Instantes hallados, vividos por el artista y capturados a través del pincel con el implacable deseo de retenerlos y convertirlos en contenedores de sus sensaciones. De esta manera, lo pasajero se concreta en un mensaje que busca al receptor por medio del gozo y la belleza.
De la misma manera, Verónica Alonso de los Ríos concibe la creación artística como mensaje, una forma de catalizar todas las emociones y sensaciones que ha vivido en los diferentes lugares donde se ha hallado, buscando por medio de la pintura conectar con la sensibilidad del espectador. En sus acuarelas y óleos sobre lienzo, la artista construye espacios donde el mundo fenoménico exterior converge con el de su interior. Todo esto a través de un genuino estilo naif que, pese a lo que su frescura pueda sugerir, oculta un metódico estudio de las formas geométricas y las temperaturas del color, convirtiendo a estos elementos formales en signos de su lenguaje simbólico. Como afirmó Kandinsky, "El color es la tecla; el ojo es el martillete. El alma es el piano de muchas cuerdas. El artista es la mano que, al tocar esta o aquella tecla, pone preordenadamente el alma en vibración".
Hablar de lo oculto, lo originario, finalmente, lo incognoscible es la esencia y el fin del arte. Para Ssagar no es la primera vez, ya que son estos los conceptos que han guiado sus últimas series. Siempre abordados desde los recóndito, como acuñaría el crítico de arte francés Michel Tapié, desde el arte otro (art autre). Una abstracción matérica gestual, rica en materiales como la fibra de vidrio, pinturas, cadenas, candados, yeso o plásticos, donde tanto el azar como la intención se entremezclan, destruyendo y consolidando en un juego experimental. En esta oportunidad, nos seduce con uno de los elementos naturales esenciales para el hombre, el fuego. Elemento que guarda en su interior una esencia dual, llegando a ser tan creativo como destructor. Así, podemos ver su rastro a lo largo de la serie. No sólo de manera simbólica, al primar los colores cálidos, la propia referencia nominal o incluso con elementos como las cadenas y el candado que pueden llegar a aludir al origen mítico de este elemento, Prometeo encadenado. Sino también, mediante la propia acción del fuego sobre la obra, quemándola, destruyendo para a su vez crear nuevas texturas, formas y colores. Una llamada primitiva que hará eco en el espectador.
Izaskun Monfort. Comisaria y Crítica de arte independiente.
"Menos humos y más fuego". Quizás este verso perdido en la letra de una canción del grupo indie Vetusta Moral oculte detrás toda una poética del arte, y no sólo contemporáneo sino desde los inicios, desde las pinturas prehistóricas, en las que el humo y el fuego eran parte fundamental, con aquellas lámparas de tuétano que iluminaban a unos hombres capaces de pintar y representar el mundo con aquella deficiente iluminación, con tan sólo un poco de fuego y con bastante humo que sin duda acabó impregnando las rocas y formando parte de su obra.
Vanessa García, SSagar, ha seguido ese mismo camino, ha pasado de las representaciones de animales en las paredes de las cuevas que tanto le emocionan y le invitan a crear, a incluir ese fuego que está en el origen del desarrollo de la humanidad. Es precisamente esa evolución la que se plasma en la nueva colección de la artista ovetense, "Fuego" que avanza en los "Orígenes", su anterior muestra, como avanzan los hombres que buscan un futuro.
Pinturas, fibra de vidrio, candados, cadenas, plásticos, cemento, yeso y hasta una junta de lavadora. Todo se integra en unas obras que van hacia el más puro de los informalismos, que caminan, por comparar, hacia Antoni Tàpies, que al igual que ahora hace Ssagar trabajaba el lienzo colocado en horizontal sobre dos caballetes. Ese informalismo matérico y gestual en lo que lo de menos es la obra sino sus componentes, en el que se buscan formas y texturas más allá de los significantes.
David Orihuela, periodista de La Nueva España.
En mis últimos años de dedicación artística, me he esforzado en reflejar en mis lienzos lo que más me ilusiona, transmitir las emociones que percibo frente a un paisaje, la luz, el color, la atmósfera, y trasladarlo al lienzo por medio de mis pinceles, son temas que desde mi infancia siempre he tenido presentes en mi mente porque sin ser consciente entonces, ya me emocionaban, temas como los reflejos de unas barcas bañadas por el mar, captar la atmósfera de una cala iluminada por el sol, la transparencias de las aguas en la orilla de una playa etc., y que hoy me siguen atrayendo quizás con mayor intensidad y carga poética y por ello pretendo crear un diálogo de intercambio de sensaciones con el espectador.
En esta ocasión os presento mis últimas obras, unas marinas que os invito a que veáis a modo de ventanas a las que asomarse y contemplar estos paisajes que espero y deseo os emocionen tanto como a mí.
Mi interés por la pintura es expresarme. Desde el principio, siempre he estado muy interesada en el espacio como el lugar donde está teniendo lugar la vida. Estoy aquí o allí, y estoy viviendo, y el espacio que me rodea me está afectando, es parte de la escena de mi vida.
He estado estudiando en profundidad el espacio. Partiendo del espacio más natural, el agua en su estado más puro, y todos los elementos que lo afectan, en todas sus posibilidades: silencioso o en movimiento, en la superficie o en profundidad, cerca de él o muy lejos: el movimiento. Mi estudio continuó con otro estado del agua, el hielo, donde la vida está teniendo lugar.
El estudio continuó con el interés por los espacios humanos, donde estamos y lo que han sido creados por los seres humanos: la arquitectura y la ingeniería que comparten nuestras vidas.
Para eso, me concentré en Estados Unidos, como una región en la que muchos tipos de espacios son posibles, para describir el espacio y la vida.
Catalogaría mi trabajo como de expresionismo, ya que son parte de mi vida, he estado en todos los espacios que represento, pero no son una descripción pura, se ven afectados por mí al estar allí, y yo he estado afectada por estar allí. Todas estas expresiones personales y la sensibilidad está allí, en las pinturas, expresado no sólo en las formas, sino también en la temperatura de los colores. El color es la fuerza al expresar la idea, mientras que la geometría o la composición es el vehículo...el resultado es una historia, real, intensa, vivida, un diálogo entre el espacio y la vida.
Actualmente estoy trabajando en la expresión por la simplicidad del espacio, y para ello analizo la geometría con muy pocos colores, para sacar lo esencial, tanto de la forma como del color.
Mi trabajo se realiza principalmente en óleo sobre lienzo y acuarela.