Inauguración: Viernes 15 de Marzo a las 20:00 h.
Observar la Naturaleza me regala sensaciones que traslado al papel o al lienzo, para prolongar ese instante y llevárselo al espectador" "Fuerza y solemnidad, soledad y quietud, belleza y luz, armonía y movimiento…
Cuca Arsuaga
"París, Venecia y Madrid ... Tres ciudades mágicas, tres ciudades con historias en cada ventana, en cada calle, en cada tejado, en cada canal. Creo que por eso me gustan los urbanos, por las mil vidas que discurren por ellos. Solo intento contar unas pocas historias de esas en cada cuadro. El resto, como las pinceladas sin terminar, las podéis inventar vosotros ".
"Un mundo natural y urbano inspirado por la acuarela"
Estamos ante una muestra sugerente y equilibrada en la que encontramos dos visiones diferentes del mundo que nos rodea, plasmadas a través de la acuarela. Técnica que tanto Cuca Arsuaga como Jacques Villares dominan con precisión, aprovechando al máximo sus valores estéticos. De esta manera, construyen composiciones fluidas mediante un delicado juego de transparencias, luces, sombras y color, sin escapar de la frescura y espontaneidad que imprime la inmediatez propia de la ejecución de esta técnica.
Una mirada al mundo desde el yo, potenciada por los encuadres compositivos, mostrándonos sólo lo que los ojos de los artistas observan. Detalles naturales y urbanos en apariencia sencillos e incluso irrelevantes pero que los artistas logran revestir de un aura legítima, casi documental, sin perder el cariz lírico.
La soledad se palpa en toda la muestra. Compañera de paseo de Jacques Villares por las calles de París, Venecia o Madrid, recuerda a las fascinantes postales de Atget donde la ciudad se crece convirtiéndose en elemento principal, desplegando su propio carácter y personalidad frente a una figura humana diminuta y completamente accesoria. Atrapado por la belleza señorial de estas ciudades, el artista nos deleita con los detalles ornamentales de sus edificios, hermosos canales, vibrantes avenidas y alegres terrazas. Un ecosistema artificial hecho a la medida del hombre.
En contraposición, ante nuestros ojos se abren paisajes naturales inabarcables, en los que el ser humano desaparece, o se presenta de forma tácita mediante una sencilla cabaña en una plácida orilla o los faros que se mantienen firmes ante la tempestad. En la obra de Cuca Arsuaga la naturaleza lo abarca todo. Con una curiosidad casi científica nos acerca a los verdaderos habitantes de este ecosistema. Podemos apreciar al detalle la corteza de los árboles, la fuerza irrefrenable de cada una de las olas y el reflejo del bosque sobre un apacible lago. Un exquisito equilibro entre el sosiego y la fuerza, entre la visión de lo particular y lo general, que elevan al espectador hacia lo sublime.
Una muestra que se convierte en un atractivo diálogo entre dos artistas, haciéndonos partícipes al interrogarnos sobre cuál es nuestro lugar en este maravilloso mundo.
Izaskun Monfort. Comisaria y Crítica de arte independiente.