La preocupación central de mi obra se refiere a las emociones. Emociones que pretendo que el espectador complete con su visión al enfrentarse a la obra.
Catálogo de Núria Espuis Morera PDF
Formación:
Graduado en Fotografía.
Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya, 2012-2015
Especialización en Fotografía de Autor. Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya, 2015-2016
Especialización en Fotografía Creativa. El llindar del Visible. Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya, 2015-2016
Especialización en Fotografía de Arquitectura. La ciutat un possible retrat. Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya, 2016-2017
Exposiciones:
Barcelona, Sala Cultural Fabra i Coats, Muricecs són ratpenats i cavorques, L'Altre Festival Internacional de les ArtsEscèniques, junio 2015. Exposición colectiva.
Barcelona, Galería Skylight, Vida, momentos y sensaciones, junio 2016. Exposición colectiva Málaga, Art&Breakfast 2016
San Sebastián, DonostiArtean 2016
Mónaco, Art Tentation 2016
Miami, The Artbox Project: Miami 1.0, 2016
Basilea, The Artbox Project: Basel 1.0, 2017
Menciones:
XXVII Concurs de Fotografia Premi Sant Jordi, finalista 2015
La preocupación central de mi obra se refiere a las emociones. Emociones que pretendo que el espectador complete con su visión al enfrentarse a la obra.
Mis imágenes son una manera de interpretar mis sentimientos que de alguna forma actúan como puente para que los demás comprendan lo que me es imposible expresar con palabras. Reflexiono en mi trabajo sobre lo que es importante en mi vida la pasión, el tiempo, lo presente, lo ausente, la vida y la muerte, la espiritualidad, la simbología. Concibo mi trabajo conectando mis emociones y lo que yo siento, con las imágenes.
A través de lo que suscita una determinada emoción, me planteo imágenes que luego me motivan a investigar y crear un sentido. Esta fusión de ideas las interiorizo para crear un lenguaje de comunicación personal lleno de sensaciones esté- ticas, donde prima la delicadeza y la belleza, y que expresan los temores y miedos con los que se enfrenta el ser humano. Así mismo procuro crear imágenes visualmente poéticas y ligadas con una estética común.
Actualmente estoy trabajando en un entorno "casi" desconocido para mí como es la ciudad. Filtro la ciudad a través de mis ojos, buscando las formas y sobre todo el color que las diferentes luces del día nos regalan. Reflexiono sobre la ciudad como un pensamiento que se une a la vida misma.
Herbarium
En esta serie fotográfica he pretendido plasmar la belleza de lo efímero y lo perdurable. Revelar la belleza que nos brindan las flores, pero al mismo tiempo mostrar su delicadeza desbaratándose lentamente exhibiendo su fragilidad y caducidad.
Hay en lo efímero una belleza que solo se advierte en las cosas que son de verdad. Como la belleza que poseen las flores, ellas crecen, se desarrollan, dan su esplendor y pasan Es el desarrollo inevitable de la vida. Un hecho milagroso, casi mágico, que se produce en el instante en el que transcurre y que, después, se desvanece en el recuerdo.
Tomar conciencia de esa "belleza involuntaria de lo efímero" es participar en la eterna "oda a lo efímero" que vamos componiendo día a día todos los seres vivos de nuestro planeta. Se equivocan, quienes se afanan en hacer eterno lo que tiene calidad y cualidad de efímero, en un intento de prolongar lo que tiene fecha de caducidad o en repetir, lo que es irrepetible. Nada es para siempre, esta es una de las verdades universales que nos lega la vida.
Anima mundi
Como mujer, como persona y como fotógrafa, la espiritualidad es algo muy importante en mi vida y algo que siempre tengo muy presente. La vida moderna suele descuidar la espiritualidad, pero debemos recordar que no podemos vivir sólo pensando en las necesidades físicas y materiales.
La espiritualidad es un viaje íntimo a nuestro interior, es una relación personal con algo más grande que nosotros, un vínculo entre el hombre y Dios sin manifestaciones exteriores ni rituales La espiritualidad no va a ser hallada en los libros. Si queremos ser espirituales, tenemos que crecer desde dentro prepararnos para la contemplación: silencio, recogimiento, escucha y mirada. Descubrir el valor espiritual universal de la Naturaleza y su dimensión sagrada, como santuario y revelación a la vez. Observar en nuestros momentos de quietud contemplativa, las cosas más simples y cotidianas que nos ofrece la naturaleza que nos rodea y que nos conecta con un estado de paz; el murmullo del agua, las hojas de los árboles, los colores cambiantes, las gotas de lluvia…
Debemos escuchar cuidadosamente nuestra voz interior. Ser no es un lujo, es una disciplina. Es permanecer en estado ritual, en un espacio de algún modo sagrado. En este renacimiento muchas mujeres empiezan a recordar cómo eran de niñas y qué las movía, sus sueños y sus deseos. Necesitamos recobrar lo sagrado femenino tanto para nuestra espiritualidad individual como para el bienestar del planeta. Le devastación ambiental que sufrimos habla de una cultura que ha olvidado la sacralidad de la tierra y la divina madre. Y nuestra vida individual, tan a menudo atrapada en adicciones y sinsentido, ansía reconectar con el alma, que siempre ha tenido una cualidad femenina. La antigua figura femenina del anima mundi (alma del mundo), la presencia espiritual en la creación, une nuestro propio camino individual con el del mundo.
Pure
Esta serie trata sobre la pureza. La pureza y su simbología, representada en el color blanco y en el agua. Quería mostrar la aparente debilidad y ligereza del agua como elemento purificador del cuerpo y de la mente. La experiencia física de sentir el agua limpia y fresca en nuestra piel expresa y fomenta una renovación en nosotros. Buscamos un efecto mágico en un hecho natural y esta conexión se extiende a lo sobrenatural. El agua como símbolo de pureza en el diluvio mandado por Dios para purificar la tierra y el bautismo que limpia el pecado original.
Así, el agua deviene un símbolo. Soñamos con el agua con extraña frecuencia, pues el agua ayuda en el sueño al delicado tejido del deseo, fluye con ligereza, se desliza y penetra por cualquier pequeño resquicio. Suave y blanda.
La visión del agua como elemento creador de la Vida nos remite a esa bolsa uterina en la que fuimos gestados durante nueve meses. Navegamos en el vientre materno, detenidos en el líquido que acuña y ensueña. Húmedo el cuerpo desnudo. Nada es más entrañable y consolador, que un cuarto pequeño, donde el alma pueda acunarse, delimitarse, construir un entorno nítido. Los símbolos de la maternidad, del origen, de la protección buscan refugio en el lenguaje del agua. El agua como recuerdo. La nostalgia del tiempo. Volver al útero y querer renacer puro y limpio. Como el color blanco, síntesis de todos los colores y símbolo de lo absoluto, de la pureza y de la inocencia, y que crea en nosotros una impresión luminosa de vacío, positivo e infinito.
The Cell (La Jaula)
Es el título de una serie, en las cuales la fotografía gira en torno a este objeto, como un símbolo de todo lo que nos puede aprisionar y nuestra necesidad de volar fuera de ella. De todas las jaulas que nos impiden volar en libertad, la más pequeña, cerrada y difícil de romper es la que hemos creado nosotros, con nuestros propios miedos e ideas sobre lo que somos o deberíamos ser, que nos convierte en víctimas de nuestro pasado, en lugar de responsables de nuestro presente.
Cada vez hay más personas que se deciden a abandonar la jaula de lo que no funciona, que escuchan su alma e intentan cambiar la disposición de sus caminos. Están cansados de controlarlo todo, e intuyen otro mirar. Son personas que fluyen, que comienzan a agrandar su felicidad y que ya no permiten que disminuya. Comienzan a ir hacia cualquier situación de sus vidas con amor y se dan la oportunidad de palpar que todo es más sencillo.
El duelo
La motivación más profunda de esta serie fotográfica ha sido perder a un ser querido y pasar por una profunda crisis personal. Mis imágenes son una manera de interpretar mis sentimientos que, de alguna forma actúan como un puente para que los demás comprendan lo que no me es posible comunicar a través de las palabras. Me manejo con el silencio como estrategia, con el tiempo como eterno momento presente, con los espacios de manera que me pueden llevar hacia adelante hacia una utopía, o traerme de vuelta hacia algún lugar de mí misma. Sueños y vigilias.
En este caso el autorretrato, me ha permitido conectar con mi "yo" más profundo, intentando mostrar mis emociones, conectando con mis sentimientos. El cuerpo /el dolor/ el duelo, lo asocio a sentimientos, momentos, lugares, e incluso al hecho de que el dolor y la pérdida te hace sentir una persona incompleta. Te arrancan una parte de ti y te deja un vacío permanente. Vacío de ti, vacío de mí.
Las imágenes se convirtieron para mí en una forma de auto-terapia. Me di cuenta que, si expresaba mi desesperación o mi tristeza en una foto, al final salía reconfortada.
Negar, enfadarse, negociar con la rabia, sentir dolor hasta romperte, creer que te recompones y volverte a desmigajar. Mostrar la fragilidad del ser humano en esos momentos. Lo malo no es perder, sino perderse, quedarse atrapado en la tristeza sin poder salir. Nuestro duelo es dolor y pelea. Es rabia por la ausencia.
Nos sentimos perdidos, abandonados, el silencio cae sobre nosotros como la espesa niebla y el dolor se pega a nuestra piel como una pátina invisible. Una parte de nosotros se va con ellos y ya no volvemos a ser los mismos. Nos preguntamos sin saber por qué, si existieron, si no los soñamos. Te sueño, te extraño. La ausencia envenena el alma, enajena y perturba la psique, ríos de lágrimas descienden del corazón y rompen el cauce de las entrañas.Todos hemos pasado o pasaremos en algún momento de nuestra vida por tan doloroso trance y tendremos que superarlo como podamos. No hay normas, ni fórmula mágica que nos ayude. Tenemos que separarnos de la persona amada y sentir que nos arrancan el alma. Nos toca decidir en soledad y nos sentimos incapaces. Duramente, una nueva pérdida nos ayudará a generar fuerza para sobrellevar la que ahora vivimos. Pero, primero, no lo sabemos y andamos perdidos.
Será largo el duelo pero el camino hacia la paz no es otro que el amor. El que sentimos y el que nunca dejaremos de sentir. Presento 2 de una serie de 9 dípticos.
Statement
La preocupación central de mi obra se refiere a las emociones. Emociones que pretendo que el espectador complete con su visión al enfrentarse a la obra.
Mis imágenes son una manera de interpretar mis sentimientos que de alguna forma actúan como puente para que los demás comprendan lo que me es imposible expresar con palabras. Reflexiono en mi trabajo sobre lo que es importante en mi vida: la pasión, el tiempo, lo presente, lo ausente, la vida y la muerte, la espiritualidad, la simbología. Concibo mi trabajo conectando mis emociones y lo que yo siento, con las imágenes.
A través de lo que suscita una determinada emoción, me planteo imágenes que luego me motivan a investigar y crear un sentido. Esta fusión de ideas las interiorizo para crear un lenguaje de comunicación personal lleno de sensaciones estéticas, donde prima la delicadeza y la belleza, y que expresan los temores y miedos con los que se enfrenta el ser humano. Así mismo procuro crear imágenes visualmente poéticas y ligadas con una estética común.
Actualmente estoy trabajando en un entorno "casi" desconocido para mí como es la ciudad. Filtro la ciudad a través de mis ojos, buscando las formas y sobre todo el color que las diferentes luces del día nos regalan. Reflexiono sobre la ciudad como un pensamiento que se une a la vida misma.